Aunque económicamente las cosas me iban muy bien, sentía que la pasión, la motivación y la ilusión de los inicios habían desaparecido y solo trabajaba por dinero.
Como una de mis grandes pasiones siempre ha sido viajar, aprovechaba mis vacaciones anuales para realizar largos viajes de aventura en busca de nueva energía y motivación.
Durante ese periodo visité países como: Birmania, Laos, La India, Brasil, Bolivia, Perú, China o Tailandia, pero muy a mi pesar, cada vez que regresaba, mi sensación de desequilibrio era mayor.